Cómo proteger mi marca en Internet y elegir mi dominio

Cómo proteger mi marca ante posibles plagios y copias

No hay un criterio único y depende de cada caso. Lo primero que tiene que ser una marca es representativa del producto que vamos a vender, gustar a los propietarios y, no menos importante, ser una marca que suene a la gente. Y no es lo último a considerar la posibilidad de que ya otros empresarios hayan escogido ese mismo nombre. No estamos ante un tema menor y puede tener consecuencias bastante serias el no mirar bien las cosas antes de hacerlas.

Uno de los principales problemas que tenemos los empresarios, a la hora de empezar un negocio, es que al tratarse de un sueño nuestro a veces somos cautivos de nuestro propio criterio. Nos puede faltar cintura en esta toma de decisiones primera, en la cual elegir el nombre de la empresa no es lo de menos.

Para empezar, hay que diferenciar entre nombre o razón social y el nombre comercial o marca. No es lo mismo y la elección de uno y otro tampoco.

Cómo registrar mi dominio y mi marca en Internet

El nombre oficial de nuestra empresa, si es una compañía, forma parte de los datos fiscales y es nuestra razón social, la cual nos es concedida por el Registro Mercantil, tras una solicitud en la que proponemos tres nombres. Y si todo está correcto, tendremos de vuelta nuestros datos fiscales y se acabó. No tiene mayor complicación y mucho menos en el caso de los autónomos, cuyos datos fiscales son nuestros propios datos personales.

En el caso de la marca, sin embargo, nadie nos obliga a registrarla para utilizar dicho nombre o símbolos que queramos asociar con lo que hacemos. Pero hay algunos aspectos que deberíamos tener en cuenta antes de dar pasos decisivos como la elección de un dominio para nuestro sitio web. Y no tanto por el costo del dominio al año, que no suele superar los 50 €, sino sobre todo por el trabajo que implica la construcción y alojamiento de dicho sitio web en dicho dominio. Eso es más lío sobre todo una inversión y conviene realizarlo todo bien desde principio. No cuesta tanto.

Como decíamos, no existe la obligación de registrar una marca, pero si de respetar las de los demás. Y eso tiene una importancia muy especial en el aspecto de promocionar nuestra empresa en Internet.

Cómo elegir un nombre para mi dominio y no plagiar

Porque no tenemos ninguna obligación de tener una página web en nuestro negocio si no es para captar clientes, pero si de respetar las normas establecidas en el comercio online, que ya no tiene fronteras. Y no sólo la política de cookies o de privacidad, etc, sino que hay que empezar por desarrollar nuestro marketing web sin perjudicar los derechos de los demás.

Los nombres personales, por ejemplo, no se pueden registrar y así es que nadie puede tener la marca de Bar Paco en exclusiva, pero fuera de eso se puede registrar como marca más o menos casi todo. El problema viene cuando utilizamos nombres que pueden confundirse con otros ya establecidos, problema que se agrava cuando icho nombre existente ya es muy conocido o incluso nos dedicamos a lo mismo. Por ejemplo.

Si lo que quiero es vender hamburguesas y me pongo como nombre McDonald’s, en una ciudad donde además este establecimiento ya está funcionando, puedo tener problemas. Pero si encima me lanzo a vender mis servicios con una página web propia, aunque la titule McDonaldhamburguesas.com, es muy probable que acabe recibiendo, como poco, un aviso muy serio del departamento legal de esta cadena, para cancelar cuanto antes ese dominio si no queremos ponernos a una demanda. Porque estaríamos posiblemente aprovechándonos del tirón comercial de una empresa ya establecida, qué se dedica a lo mismo que nosotros, para vender exactamente lo mismo.

Si el nombre es más trivial, porque no está cogido a priori por ninguna empresa importante ni somos competencia directa de esa otra empresa, cuya marca se llama igual, no suele haber mayores consecuencias. Y os queremos poner un ejemplo de lo que queremos decir aquí.

Un caso práctico de elegir un nombre de dominio ya utilizado en Internet

En fecha reciente, un cliente nuevo para posicionamiento web de empresas en Santander había elegido un nombre para su negocio, y ya venía a sabiendas de que otra empresa que hacía lo mismo que ellos en Madrid había elegido previamente ese nombre. Sin embargo, no les preocupaba en el sentido de que al tratarse de un negocio de atención física, como son por ejemplo los talleres de coches o las clínicas, y estar separados de esos colegas de profesión por 400 kms, no parecía haber ningún problema. Pero éste surgió cuando empezamos a hacer las gestiones para elegir y comprar el dominio más adecuado para ellos, porque nos dimos cuenta de que en Internet se podía dar lugar a la confusión. Y que incluso esos colegas de oficio con un nombre similar podían llegar a quejarse y plantear problemas, incluso obligándonos a cancelar el dominio web elegido, con el trastorno de que eso supone cuando ya el trabajo está muy avanzado en posicionamiento web.

Por lo tanto, sólo nos quedaba avisar a nuestros clientes de la situación y comentarles las distintas posibilidades que a nuestro entender había. Estábamos a tiempo de hacerlo todo bien porque no se había aún comprado el dominio y la elección del nombre estaba todavía en pañales, dado que el negocio apenas había empezado a funcionar.

La primera posibilidad era dejarlo todo como estaba, salvo el propio dominio elegido, que resultaba prácticamente idéntico al que ya estaba en la otra empresa de Madrid. Es decir, conservar nuestro nombre, que ya hemos elegido, pero ponerlo en el dominio de tal manera que no resulte un plagio total de otro me pueda confundir a los clientes de uno y otro negocio. Esta fue la posibilidad que elegimos, al final, por ser la más operativa.

Registrar la marca de mi dominio en la Oficina Española de Patentes y Marcas

La segunda posibilidad consistía en registrar la marca en la Oficina Española de Patentes y Marcas, cosa que las empresas no suelen hacer, lo que te da la posibilidad de protegerte frente a este tipo de situaciones legales que se pueden plantear con los nombres en general. Se trata de un trámite que cuesta 170 € y tiene la desventaja de que sí no se puede registrar el nombre que enviamos a la Oficina de Patentes y Marcas directamente perderíamos ese dinero y no tendríamos nada. Pero si el resultado es positivo y en un plazo de seis meses nadie se ha opuesto a nuestra propuesta de registro de marca, podremos seguir adelante sin más preocupaciones.

Y la tercera posibilidad era directamente cambiar de nombre, elegir otro distinto y evitar al 100% cualquier problema con ese colega de profesión que está a 400 kms, pero también a un clic de aparecer junto a nosotros en las búsquedas.

Y es que uno de nuestros problemas, dicho lógicamente con ironía, es que solemos reventar los resultados en Google para las búsquedas de los clientes de nuestros clientes… ¡Vaya trabalenguas! Lo que queremos decir es que nuestro método de posicionamiento web es tan bueno que si te decides por nosotros te van a encontrar sí o sí, lo que puede traer inconvenientes si te llamas de una manera parecida a otro colega de tu mismo sector, pero nosotros estamos aquí para asesorarte y ocuparnos de todo por ti en tu promoción profesional en Internet.